Fue por la mañana, cuando se escuchó un ruido extraño, mas bien
no era un ruido, era algo que sabíamos no era normal.
Tímidamente, nos asomamos
por la ventana, recorriendo muy lentamente
la cortina. Ya para esto, había una
docena de vecinos alarmados, rodeando con cierto temor a un grupo de 6
trabajadores. Que con cara de
superioridad, les avisaban que tenían que mover sus carros, porque les estorbaban.
¡Si!, de esos trabajadores, que uno ve con frecuencia por las calles. Donde unos
traen una pala y los demás traen ¡Más palas!. Y uno más, con el celular en la
mano para sentirse muy importante. Bueno pues, por lo que pude entender, estos
tipos con casco minero o algo así y chaleco anaranjado. De esos que recomiendan
los bomberos. Habían llegado en un pick-up, con la caja a medio llenar de
tierra, y después de darle varias vueltas, por fin acordaron , que la decisión
debía ser autorizada por el supervisor. Pero mientras, les caería bien un
burrito con café , así que, pidiendo disculpas (o al menos eso pensamos) se
sentaron en la banqueta y a darle vuelo al diente. Mientras, el tráfico pasaba
lentamente por el lugar. Porque ya todos sabemos, que se estacionan en el punto
estratégico, según el manual, donde todos los vean y donde más estorben. Pasado un buen rato, uno de ellos, sacudiéndose el polvo les dijo -¡ Ahora sí!
ya es hora- con el dedo gordo de la mano y cerrando un ojo. tratando de medir tanto
lo ancho , lo largo y profundo del asunto. Dio el grito, ¡Manos a la obra, que
ya viene el jefe!. Para esto, un niño aferrándose a los pantalones de su papá, le
preguntó, -¿papi será posible que estos gorilas nos quieran tapar los baches de
tantos años?, según me cuenta mi abuelito, ya estaban cuando él era niño.
El padre le dijo: -no te preocupes
hijo, ya sabemos que se aproxima la campaña política y al igual que muchas
veces, quieren nuestro voto. Pero la verdad funcionarios llegan, funcionarios se van y los baches quedarán. En resumen hijo,
creo, que se ha llegado a ver como un negocio. Posiblemente, cuando te toque
pagar el impuesto predial, te cobren por el número de baches que tengas. Y
depende del tipo, ya que hay el de rosario o cadenita, el de topes invertidos,
el de manantial, ya sea de aguas negras o blancas, y los más bonitos, que son los
que deja la CESPE, son tan agradables, que son expuestos durante muchos meses.
Pero volviendo al punto, se
pusieron en acción y en un dos por tres llenaron los baches de tierra. Luego,
uno de los gorditos del municipio, al cual se le veía el odio, con gesto de toro
mal correspondido, agarró una maquina aplanadora o bailarina, y no dejó nada de
nuestro gran recuerdo. Retirándose muy
satisfechos por su trabajo cumplido.
¡Pero como Dios es grande! y sabe
que nos subieron el iva, la gasolina, los alimentos, el gas, no hay agua, no
pasa la basura etc. a los pocos días nos mandó la lluvia.
Y pendiente el niño
en su ventana, con alegría gritó:
-¡Papi, papi! ya están ahí-
-quienes-, le dijo
- pues nuestros baches-
Y salimos todos los vecinos, para ver como poco a poco, se
les salía la tierra, hasta quedar una vez más, los baches de nuestra colonia.
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HASTA LA PRÓXIMA
LA PATRUZKI
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